El turismo no es solo sinónimo de vacaciones y descubrimientos. En la Unión Europea, representa un motor económico fundamental. En 2019, antes de la pandemia, el sector turístico generó directamente unos 572 mil millones de euros en valor añadido, casi el 5 % de la economía total de la UE.Pero estos números varían mucho según el país, sobre todo entre las grandes potencias económicas. Veamos cómo impacta el turismo en Alemania, Francia, Italia, España y Polonia.

Alemania: fuerte pero equilibrada
Con unos 124 mil millones de euros en valor añadido turístico directo, Alemania lidera en Europa. Sin embargo, el turismo representa solo una parte moderada de su PIB. El país se beneficia de un turismo interno sólido, lo que lo hace menos vulnerable a crisis internacionales, como la de 2020. Los visitantes buscan tanto ciudades históricas como paisajes naturales y festivales culturales.


Francia: un equilibrio entre turismo local e internacional
Francia atrae cada año a millones de visitantes, generando aproximadamente 87 mil millones de euros antes de la pandemia. El turismo interno también es muy activo. En 2024, los ingresos provenientes de turistas internacionales alcanzaron 71 mil millones de euros, consolidando a Francia como uno de los destinos más populares del mundo. Desde las playas de la Costa Azul hasta los museos de París, cada región se beneficia del turismo a su manera.


Italia: patrimonio y cultura como motor económico
Italia produjo cerca de 100 mil millones de euros en valor añadido turístico directo en 2019. Su fuerza reside en el patrimonio cultural y artístico, que atrae a turistas y amantes de la historia. Ciudades como Roma, Florencia o Venecia, así como regiones vinícolas y costeras, obtienen grandes beneficios del turismo.


España: una economía impulsada por el turismo
España es probablemente el país europeo más dependiente del turismo internacional. En 2024, el sector contribuyó con 248,7 mil millones de euros al PIB, y los ingresos de visitantes extranjeros superaron 126 mil millones de euros. Las playas, ciudades históricas y la riqueza cultural convierten a España en un destino líder. Sin embargo, esta dependencia hace que la economía española sea sensible a crisis globales.


Polonia: un potencial en crecimiento
Polonia todavía depende menos del turismo que los países mediterráneos, pero su sector está en constante desarrollo. Se espera que el turismo represente alrededor del 4,8 % del PIB en los próximos años, generando empleo y aumentando los ingresos. Cada vez más visitantes europeos se sienten atraídos por sus ciudades históricas y paisajes naturales.


Comparar para entender mejor
Modelos variados: España apuesta por el turismo internacional, Alemania por el turismo interno, y Francia combina ambos.
Recuperación post-pandemia: tras las pérdidas de 2020, el turismo europeo está volviendo a los niveles anteriores, con proyecciones optimistas para 2025.
Desafíos comunes: presión sobre infraestructuras, sobreafluencia en ciertas regiones y la necesidad de un turismo sostenible.

Conclusión
El turismo sigue siendo un pilar clave de la economía europea. Las cinco grandes potencias de la UE muestran diferentes estrategias y niveles de dependencia: algunas se apoyan en turistas internacionales, otras buscan un equilibrio con visitantes locales. Sin duda, el turismo crea empleo, impulsa servicios y aporta ingresos significativos, aunque también presenta retos que cada país debe gestionar con cuidado.

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