Sistemas de control y las soluciones de marcación desarrollados por SICPA

Los sistemas de control y las soluciones de marcación desarrollados por SICPA para combatir con éxito la falsificación, el comercio ilícito y la evasión fiscal

 El comercio ilícito y el fraude en el sector del vino y las bebidas espirituosas no deja de aumentar.

Estudios recientes -E-Label 4.0, SICPA SPAIN SLU, (2021)- muestran esta alarmante tendencia, que no sólo destruye la integridad de las cadenas de suministro y la confianza del cliente, ganada con tanto esfuerzo, sino que también llega a afectar a la buena reputación de todo un país, especialmente en productos estratégicos para su imagen, como es el vino para España.

Para hacerse una idea, la última acción de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), enmarcada en la operación OPSON XI de Europol-Interpol y centrada específicamente en las bebidas alcohólicas ilícitas y falsificadas, se saldó el pasado año con la incautación por parte de las autoridades aduaneras y policiales de casi 14,8 millones de litros de bebidas alcohólicas, vino y cerveza, ilegales. Estas cifras, constreñidas al ámbito de la UE, pueden darnos una idea de la verdadera dimensión del problema a nivel mundial.

En España, más de 4.000 bodegas, 101 denominaciones de origen y 42 indicaciones geográficas protegidas conforman el paisaje de la producción vitivinícola en nuestro país y convierten al sector uno de los grandes motores de nuestra economía, con más de 427.000 empleos y un valor añadido bruto superior a los 23.700 millones de euros, el 2,2% del PIB total. No en vano, España es líder mundial en superficie de viñedo -a lo largo de toda su geografía-, con más de 950.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid, en torno al 13% del total mundial, y figura entre los tres grandes productores de vino, junto a Italia y Francia, con cerca de una media de 38 millones de hectolitros anuales

Por lo tanto, se trata de un sector especialmente sensible al comercio ilegal de productos falsos, de calidad inferior, pirateados e ilegales, un fraude que le cuesta a la industria alimentaria mundial decenas de miles de millones de dólares cada año.

Ante esta situación surgen compañías como SICPA, proveedor global de tintas de seguridad y de soluciones seguras de identificación y autenticación, que ayudan a los principales agentes de la economía a combatir el comercio ilícito por todo el mundo, ofreciendo un marco de protección completo para sectores tan afectados por el fraude como el del vino, de tanto peso para España.

Tipos de fraude

Entre los fraudes más comunes se encuentra la dilución y sustitución de ingredientes, la ocultación del contenido real de los productos y un etiquetado falso o que pueda inducir a error, además de la falsificación y, por lo tanto, infracción del nombre de marca, sin olvidar el robo y la desviación al mercado gris.

Además, por si estos efectos degradantes para la economía fueran pocos, la falsificación de alimentos y bebidas también pone en riesgo la salud del consumidor. Los productos falsificados son, en su mayoría, de una calidad inferior y pueden contener materiales nocivos o peligrosos.

Sin embargo, aunque las medidas actuales que se están tomando por parte de la Industria son importantes, no son suficientes para resolver este grave problema, que tiene efectos negativos en la economía, la fiscalidad, la sociedad y la ética en general. Por ello, se hace más necesario que nunca abordar el problema de raíz, pero sin abandonar lo que ya se está haciendo, y promover definitivamente la implementación de sistemas de control fiables para la cadena de producción y distribución.

Soluciones SICPA

Los sistemas de control y las soluciones de marcación desarrollados por SICPA para garantizar la procedencia y el destino final de los productos han sido diseñados para garantizar el origen legítimo de un producto, protegiéndolo con medidas de seguridad que van desde logos y marcas de seguridad difíciles de replicar o imitar, hasta modernas etiquetas de seguridad capaces de garantizar la legitimidad y la no manipulación del producto.

Las etiquetas electrónicas con códigos QR de SICPA -que permiten rastrear el producto desde su origen, verificando el producto que se está comprando, utilizando un tipo específico de tinta y cambios dinámicos visuales para evitar la falsificación y así lograr una mayor confiabilidad para el consumidor final y evitar el comercio ilícito-, han conseguido generalizar su uso en los últimos tiempos gracias a su probada efectividad.

Sin embargo, SICPA ofrece muchas más soluciones para los más diversos problemas. Prácticas fraudulentas habituales como el rellenado de botellas también son detectadas a través de tintas termocrómicas en las cápsulas que sellan la botella. Estas tintas reaccionan ante la posibilidad de intentar quitar la cápsula sin manipular, a través de vapor de agua muy caliente. La tinta se autodestruye y queda inservible si el objetivo es decantar el vino de su interior y volver a rellenar la botella con otro caldo de menor calidad para venderla de nuevo.

Los sistemas de monitorización de la producción y distribución de SICPA para combatir con éxito la falsificación, el comercio ilícito y la evasión fiscal son las mejores soluciones para industrias diversas. Entre ellas, estos innovadores sistemas de conformidad, autenticación, en multitud de productos, que han transformado una seguridad basada en los materiales en una seguridad en base a la digitalización.

Todas estas medidas de seguridad material y digital son una potente herramienta para la lucha contra el comercio ilícito de productos. Además, SICPA realiza un experto análisis junto a sus clientes, que conocen el tipo de retos y problemáticas concretas que deben afrontar, para, de modo muy flexible y particularizado, buscar la solución óptima para cada caso.

Acerca de SICPA

Como líder en el mercado de tintas de seguridad para billetes de banco y principal proveedor de soluciones de autenticación, identificación y seguridad en las cadenas de suministro, SICPA es desde hace tiempo un socio de confianza para gobiernos, bancos centrales, imprentas de seguridad y la industria en general. Cada día, gobiernos, empresas y millones de ciudadanos confían en su experiencia y conocimientos expertos, que combina elementos de seguridad física y tecnologías digitales, para proteger la integridad y el valor de su moneda, de su identidad personal, de sus documentos de valor, de su administración en línea, así como de sus productos y marcas. Siempre fiel a su misión de fomentar la confianza gracias a una constante capacidad de innovación, SICPA se compromete a promover una economía basada en la confianza a nivel mundial, allí donde las transacciones, las interacciones y los productos en los ámbitos físico y digital requieran datos protegidos, infalsificables y verificables.

Fundada en 1927 en Lausana, SICPA tiene su sede en Suiza y se encuentra presente en los cinco continentes, con una plantilla de aproximadamente 3000 empleados. La empresa siempre ha tenido una excelente relación con España, ya que, en los años 40 del pasado siglo, nuestro país fue el primero en incorporar sus tintas de seguridad en la impresión de sus billetes de cien pesetas, inaugurando un periodo de éxito empresarial que en la siguiente década ya consiguió sentar la bases de la profesionalización y sofisticación que caracteriza la industria de las tintas de seguridad actual.

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