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Durante la pandemia, el sector del turismo ha sido uno de los más afectados, cada país ha gestionado sus ayudas de forma individual, algunos han permitido un flujo reducido de turistas según el estado en el que se encuentre cada destino, otros han optado por exigir confinamientos previos a la entrada al territorio. Junto a estas propuestas, ahora se suma la estrategia de lanzamiento de un pasaporte de vacunación, y aunque varios países han estado de acuerdo con la medida, hasta ahora se está dando una propuesta firme hacia la creación de este documento que impulse nuevamente los viajes y el turismo.

El pasado 25 de febrero se realizó una cumbre en la que los principales líderes europeos mostraron sus puntos de vista hacia este nuevo requerimiento. No obstante, esta noticia no ha estado libre de polémicas, ya que instituciones y personalidades, se han mostrado en contra de este documento a raíz de las incógnitas legales y generales que se plantean.

Pero, ¿qué se sabe sobre el pasaporte de vacunación? Aquí les contamos:

Primero debemos tener en cuenta que se trata de una propuesta que por ahora está en una fase inicial, y por lo tanto se puede esperar grandes cambios dentro de este, el pasaporte de vacunación será presentado de forma digital, y estará dirigido a las personas que ya recibieron la vacuna contra el COVID- 19, para de este modo demostrar la inmunidad generada.

Por el momento ha recibido el nombre de “pasaporte de vacunación” pero allí no solo se incluirán los datos relacionados con la vacuna, por el contrario incluirá todo lo relacionado con el COVID, esto incluye el historial de salud, registro de test realizados, hayan sido PCR o antígenos, o si la persona es inmune, ya sea por los anticuerpos desarrollados o por la vacuna.

Este pasaporte tiene como objetivo ser una herramienta para poder garantizar la movilidad de forma segura en el momento que sea posible; este documento se creará de forma exclusiva como una medida para que los ciudadanos europeos puedan tener libertad de movimiento a pesar de seguir en alerta. Sin embargo, los detalles no van más allá de esto, lo que ha generado algunas incógnitas importantes como por ejemplo la inclusión de Reino Unido.

Los 27 países integrantes de la Unión Europea han dado su aprobación para seguir trabajando en conjunto en la creación de este pasaporte. Sin embargo, esto no quiere decir que no hayan surgido desacuerdos al respecto. Países como Alemania y Francia han sido los principales opositores, ya que aseguran que generara un riesgo de que el pasaporte se vuelva discriminatorio para los viajeros que puedan o no viajar, y se puntualizó que este documento no puede dar beneficios específicos a las personas que ya se vacunaron.

Aunque este proyecto ha sido acordado de forma común y por consiguiente, todos los miembros tienen interés en que el pasaporte sea una realidad, son los países del sur como Grecia, España e Italia quienes están a la cabeza de las negociaciones porque las economías de estos países dependen en gran medida del turismo.

Aún no se tiene certeza de la eficacia de este documento, y se están extendiendo dudas para cuestionar su validez. El centro Europeo para la Prevención y control de Enfermedades no es partidario, por el momento, de la implementación de este pasaporte, ya que aún hay dudas sobre la total eficiencia de las vacunas en cuanto a la reducción de los contagios.

Pero también han mantenido una posición favorable en cuanto a que los certificados exigidos pueden ser beneficiosos si se utilizan de forma útil y se emplean con fines médicos exclusivamente, y de esta forma se podría realizar un control sobre las personas que ya tienen inmunidad, cuáles han sido las vacunas aplicadas o la fecha de vacunación, entre otros.

La fecha de emisión es otra de las incógnitas que aún se tienen, ya que por el momento aún no se ha debatido esto en la comisión, aunque Bruselas solo dispone de tres meses para presentar las bases en las que se fundamenta el pasaporte de vacunación.

Durante este periodo se decidirán cuestiones como los estándares comunes y la operatividad entre estados, que según expertos, estas tareas serán difíciles de acordar en el tiempo establecido.

Pero más allá de las dificultades técnicas o legislativas que se tengan, el debate ha sido centrado más en las cuestiones de discriminación que según juristas con el lanzamiento del pasaporte se podría dividir la sociedad entre ciudadanos de primera y segunda clase.

La Organización Mundial de la Salud ha sido otro de los que se ha mostrado en desacuerdo hacia la implementación del documento debido a los repartos desiguales de las vacunas en varios países.

El objetivo de este documento más que dividir a la sociedad entre vacunados y no vacunados, lo que realmente busca es ofrecer una certificación siendo esta una opción complementaria a todas las medidas que ya se están llevando a cabo, siempre y cuando ya se haya ofrecido, a todos los ciudadanos, la posibilidad de vacunarse.

 

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