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Con la pronta esperanza de poder volver a viajar, luego de la pandemia, muchas personas se inclinaran hacia destinos poco concurridos, con más naturaleza para descansar y alejarse de las aglomeraciones.

La Organización Mundial de Turismo (OMT) declaro el año 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible, para así desarrollar y contribuir en el desarrollo económico de diferentes lugares, ayudar a reducir la pobreza y preservar sus tradiciones culturales. 

A continuación varios destinos de turismo sostenible en América Latina que seguro deberás incluir en tu lista de próximos viajes.

1.    Bolivia: a 289 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, se encuentra San José de Chiquitos, está ubicado en el corredor bioceánico Pacífico- Atlántico, es de atracción turística en donde los visitantes podrán disfrutar de un lugar lleno de historia, cultura y sobre todo mucha naturaleza.

Se capacita a la población para que puedan aprovechar la visita de los turistas de manera sostenible, dando a conocer sus trabajos agropecuarios o artesanales para así generar ingresos y recursos para la región.

2.    Perú: los turistas podrán convivir con familias nativas y conocer su cultura en un intercambio de experiencias en el turismo vivencial, esto se podrá llevar a cabo cerca al municipio de Chacán, junto a la laguna de Huaypo y a 35 kilómetros de Cusco, por donde se toma la ruta a Machu Picchu.

Mujeres del sector han realizado un proceso de empoderamiento y de ejercer sus derechos, ellas son quienes gestionan las 13 viviendas aprobadas para el turismo e intercambio rural del sector, junto a esto han podido recuperar sus tejidos y artesanías generando así nuevas fuentes de ingreso. 

3.    Ecuador: a 3.800 metros sobre el nivel del mar se encuentra el Laberinto del Ángel, una reserva ecológica con amplio atractivo turístico, situado en el Cantón Espejo de la provincia del Carchi, cerca a la frontera con Colombia. Las familias de la zona han podido aumentar sus ingresos en un 20% gracias al turismo rural en el sector.

Allí se cuenta con casas equipadas, en la ruta de la golondrina, especiales para recibir a los turistas y satisfacer sus necesidades, se pueden encontrar diferentes emprendimientos como la crianza de pescado y producción de vegetales orgánicos propios de la zona andina.

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