Viajar por carretera ya no es solo una forma económica de moverse entre dos puntos. En muchos países, se ha convertido en un modo de descubrir el territorio con tiempo, curiosidad y libertad. Entre esos destinos, Francia y Marruecos destacan como dos escenarios completamente distintos: uno maduro y regulado, el otro joven y en plena ebullición.
1. Francia: tradición, carreteras emblemáticas y una transición ecológica que redibuja el mapa turístico
Un país que convirtió sus rutas en patrimonio
En Francia, el turismo por carretera tiene una larga historia. Desde hace más de un siglo, las “routes touristiques” conducen a los viajeros por viñedos centenarios, lavandas que tiñen el aire de perfume y colinas alpinas que parecen pintadas. No es casualidad: el país diseñó buena parte de su red secundaría pensando en el placer de conducir.Estas rutas no solo conectan lugares; cuentan historias. Y por eso, para los franceses, viajar en coche o en furgoneta es casi parte de su identidad vacacional.
El motor del turismo interior
Una de las claves francesas es el enorme peso del turismo doméstico. La mayoría de los viajeros que cruzan el país son franceses moviéndose dentro de sus propias fronteras.
El resultado:El coche sigue siendo el rey de los desplazamientos vacacionales.Los pueblos y zonas rurales dependen en gran parte de esa movilidad.Las costas, sobre todo en verano, sufren congestión y restricciones cada vez más estrictas.
El renacimiento de la vida en furgoneta
Desde 2020, Francia vive una explosión del “vanlife”. Miles de personas, de todas las edades, han decidido viajar de forma más lenta, durmiendo en playas, bosques o áreas de montaña.
El precio creciente del alojamiento, el deseo de libertad y el auge de deportes al aire libre han alimentado un fenómeno que mueve miles de vehículos nuevos cada año.
ZFE: la nueva frontera
Pero la movilidad francesa tiene un desafío: las Zonas de Bajas Emisiones (ZFE). Muchas ciudades restringen la entrada a vehículos antiguos o contaminantes.
Esto está cambiando radicalmente el turismo por carretera:Los viajeros deben planificar según su etiqueta ecológica.Las furgonetas antiguas, símbolo del road trip bohemio, están siendo empujadas fuera de los centros urbanos.El turismo se desplaza hacia las periferias, parques naturales y áreas rurales.Francia intenta proteger su aire sin renunciar a su cultura viajera, aunque el equilibrio es frágil.
2. Marruecos: el auge del road trip hacia el Sur, entre aventura, modernización e incertidumbre climática
Un boom imparable hacia el Atlas y el Sahara
Mientras Francia afina su modelo, Marruecos está viviendo un auténtico boom del turismo por carretera. En pocos años, miles de jóvenes marroquíes y turistas extranjeros han convertido las rutas hacia el Sur en itinerarios icónicos.
Los trayectos más deseados atraviesan paisajes que parecen de otro planeta:
-De Marrakech a Ouarzazate, cruzando puertos de montaña imposibles.
-Hacia Merzouga, donde las dunas reciben a los viajeros como un océano dorado.
-A través del Anti-Atlas, con pueblos de piedra rosa encajados entre rocas gigantescas.
El road trip se ha convertido en una forma de libertad, de reencuentro con la naturaleza y de orgullo por redescubrir el país.
Inversiones rápidas… pero no homogéneas
El gobierno marroquí está modernizando carreteras, construyendo vías rápidas y mejorando rutas panorámicas.Sin embargo, las infraestructuras se desarrollan a ritmos distintos:
-Algunas carreteras de montaña siguen siendo complicadas.
-La oferta para autocaravanas y vans es aún limitada.
-Las estaciones de recarga eléctrica son escasas, lo que frena el turismo sostenible.
El potencial es enorme, pero el país todavía está estableciendo las bases de un turismo por carretera organizado.
Un turismo interior en plena expansión
El road trip en Marruecos no está solo impulsado por los turistas extranjeros. Gran parte del movimiento viene de los propios marroquíes: familias, parejas jóvenes, grupos de amigos que buscan descubrir su país de una manera más íntima y accesible.Los precios más bajos de los coches de alquiler, las redes sociales y una nueva cultura de viaje están creando un fenómeno social sin precedentes.
El reto climático: el gran interrogante
El clima es el mayor desafío para el futuro del turismo por carretera en Marruecos. El país afronta:
-Olas de calor extremas.
-Inundaciones repentinas en barrancos y valles.
-Deterioro de carreteras rurales.
-Fragilidad de los oasis y escasez de agua.
A diferencia de Francia, Marruecos carece todavía de políticas formales para regular o adaptar el turismo móvil. Pero será inevitable crearlas.
3. Dos mundos distintos, una misma tendencia global
Francia
-Modelo consolidado y regulado.
-En plena transición ecológica.
-Rutas históricas y servicios muy desarrollados.
-Viajeros que buscan comodidad, patrimonio y sostenibilidad.
Marruecos
-Mercado emergente y vibrante.
-Paisajes espectaculares y rutas de aventura.
-Infraestructura en rápido crecimiento, aunque desigual.
-Viajeros que buscan emoción, libertad y descubrimiento.
La carretera como espejo del futuro turístico
A pesar de sus diferencias, Francia y Marruecos comparten algo esencial: el deseo de viajar de forma más libre, más cercana al territorio, más humana.El turismo por carretera refleja un cambio profundo en nuestras prioridades: menos prisa, más paisaje; menos consumo, más experiencia.Francia apunta hacia un modelo verde y regulado.Marruecos encarna la emoción de un camino por descubrir.Y, en ambos casos, la carretera seguirá siendo mucho más que un trayecto: será una forma de entender el mundo.




