Estos objetivos no solo buscan proteger el medio ambiente, sino también transformar el turismo en una herramienta de desarrollo justo, resiliente y duradero.
El turismo del futuro se escribe hoy. En el horizonte de 2030, España y el mundo apuestan por un modelo turístico que respete el entorno, impulse las comunidades locales y ofrezca experiencias auténticas.
Estos cinco objetivos marcan el camino hacia un turismo más justo, resiliente y esperanzador.
1. Promover un crecimiento económico inclusivo y sostenible
- Fomentar empleos decentes en el sector turístico.
- Apoyar el emprendimiento local y las economías rurales.
- Garantizar que los beneficios del turismo lleguen a todas las comunidades.
2. Impulsar el consumo y la producción responsables
- Reducir el uso de recursos naturales y la generación de residuos.
- Promover alojamientos, transportes y actividades turísticas sostenibles.
- Integrar productos locales y ecológicos en la oferta turística.
3. Proteger los ecosistemas marinos y terrestres
- Evitar la degradación ambiental en zonas costeras y naturales.
- Regular el turismo en áreas protegidas para conservar la biodiversidad.
- Fomentar el ecoturismo y la educación ambiental.
4. Fomentar la resiliencia climática del sector
- Adaptar infraestructuras turísticas al cambio climático.
- Reducir la huella de carbono del turismo (transporte, energía, etc.).
- Promover destinos neutros en emisiones.
5. Garantizar una gobernanza participativa y equitativa
- Incluir a comunidades locales en la planificación turística.
- Promover políticas públicas que equilibren desarrollo y conservación.
- Asegurar que el turismo respete los derechos culturales y sociales.
Cada viaje puede ser parte del cambio. Al adoptar prácticas sostenibles, tanto viajeros como destinos contribuyen a preservar la belleza del planeta y a construir un turismo que inspire, conecte y perdure. El cielo azul de hoy nos recuerda que el futuro está en nuestras manos.